sábado, 4 de mayo de 2019

"Que me mataron, niña Wene" (p.137).


Mi nombre es Santiago Nascar y desde el más allá, he de presentarme.
Nací como único hijo de un matrimonio arreglado y sin mayor relación amorosa.  Mi padre, murió cuando yo tenía 21 años y desde ahí que me dediqué a ser el hombre de la casa y dueño de la hacienda familiar que prosperó durante años.
Tengo cierta descendencia árabe y muchos me describen como un gran soñador. Soy un tanto esbelto, pálido y con los ojos característicos de cualquier árabe. De mi padre también saqué el amor a los caballos, al trabajo y a las armas de fuego. De hecho, siempre tenía cerca un revolver en caso de emergencias, pero siempre descargado y con las balas separadas de compartimientos para evitar cualquier accidente.
Todos me conocían en el pueblo y creo que era bastante querido entre los alrededores.  Se me daba que siempre que salía a las calles, saludaba a todo aquel que viera para desearle un buen día.
La noche de mi muerte, se celebraba la boda de Ángela Vicario, la boba prima de García Márquez, un hombre del pueblo. Esa noche me emborraché con mis amigos y conversamos de todo tipo de temas, incluso calculamos hasta el último centavo de lo que había costado una fiesta de tal magnitud.
Santiago Nascar, en su propia casa.
Pasada las tres de la mañana resolví con retirarme a la casa de mi pareja, Flora Miguel, que vivía con sus padres. Y allí por primera vez fui anunciado de que sería asesinado. Se cuenta del pánico que se me vino en el momento y el shock de no saber qué hacer. Creo que fui el último en ser notificado porque a nadie más en ese preciso momento le sorprendió. Quien me dijo fue el padre de Flora, Nahir Miguel, me ofreció su escopeta cargada, pero entre confusión y lamento salí.
Salí de su casa y a eso de las 5 de la mañana me encontré en la entrada de la misma con los hermanos Vicario dispuestos a matarme. Aunque todos me gritaban que corriera y me escondiera, por más que los esquivé y corrí a la puerta de mi casa no fue suficiente. Segundos antes de poder entrar a mi casa, mi madre, pensando que ya había entrado me cerró la puerta en la cara y con golpes de desesperación, caí en la puerta.
 Pedro Vicario y Pablo Vicario me acuchillaron contra la puerta y una vez ya estaban cansados fueron expulsados por Nahir quién escopeta en mano los amenizaba.
No sé de dónde saqué fuerzas para caminar por la casa contigua y entrar a la mía, pero una vez allí caí de bruces contra el piso con mis propias tripas entre mis manos, anunciando mi muerte.

viernes, 3 de mayo de 2019

Los hermanos Vicario.



Pedro y Pablo Vicario son, hijos del matrimonio entre Poncio Vicario y Purísima del Carmen y hermanos de Ángela Vicario. Se desarrollan como los antagonistas de esta historia por ser los asesinos de Santiago Nascar, aunque también es destacable, el trastorno que hay en su mente para llegar al punto de asesinar a alguien.
Para comenzar, pedro y pablo no eran tan diferentes uno del otro. De hecho, eran gemelos.
Pedro Vicario pasó unos años siendo militar, y su hermano siempre se dedicó a ser carnicero. Una vez Pedro vuelve con su familia, se une al negocio de Pablo para así sacar algo de dinero para la familia.
Estos dos, vinieron siempre de una familia pobre, y al ver que Bayardo San Román quiere casarse con su hermana menor, hacen todo lo posible para que el matrimonio se haga real, ya que por una vez después de tantos años van a lograr tener algo de dinero de sobra en su hogar.
Lo curioso detrás de todo esto, es que son personas que fueron siempre reconocidas de buen carácter y buenos vecinos, ayudando cuando se les necesitaba y trabajando más que ninguno en su criadero y matadero de animales. Por eso cuando han de anunciarle a medio pueblo a viva voz que quieren matar a Santiago Nascar, pocos creyeron lo que oían.
Pedro Vicario y Pablo Vicario.
Cuando se enteran por parte de su pequeña hermana que Santiago Nascar la había golpeado (cuando en realidad fue Bayardo San Román), se resuelven sin mayor duda a asesinar a Santiago. Tal vez, ese cambio de mentalidad fue no solo por su hermana, si no que habían perdido ante sus ojos una completa vida de comodidad.
Esa noche, salieron de su casa con dos cuchillos de carnicería, los mismos que ocupaban para matar a sus animales. Una vez afilados, se dedicaron toda la noche a esperar a Nascar.
Ya es contado lo que pasó, y como Santiago fue encontrado en el suelo con acuchilladas por todos lados y las tripas separadas de su cuerpo.
Es interesante, resolver como estos personajes después de tal acto, deciden rendirse ante el cura alegando lo que ellos dicen “Ante dios y los hombres –dijo Pablo Vicario-. Fue un asunto de honor” (P.60), y sin mostrar ningún arrepentimiento durante su tiempo de reclusión.
Incluso, sin mostrar signo alguno de arrepentimiento por lo sucedido, durante los inicios de su estadía en la cárcel, vivieron una especie de remordimiento, sin poder comer ni dormir nada. Solo pensando en el cuerpo de Nascar, pero no como culpa por matar a alguien, sino como repugnancia por el acto de verlo en el suelo lleno de sangre.
Una vez salidos de la cárcel, ambos continúan su vida, sabiendo que lo que hicieron, lo volverían a hacer por el honor de su familia.

Investigación del caso.



Antes de poder explicar correctamente los hechos sucedido, he de dejar claro los claros saltos temporales de la narración y como estos permiten que la misma sea un tanto confusa. Por eso, quiero decir que he de intentar contar la historia de una manera lineal y saltándome los parámetros de la lectura (aunque mencionando en algunos casos los desvaríos temporales).
El libro comienza explicando cómo Santiago Nascar (personaje principal de la historia) sale de su casa el día de su asesinato. Y como en definitiva ya ha se cometido su propia muerte. Pero, se hace un giro para contar los antecedentes en los 5 capítulos.
Los hechos que rodean el suceso, comienzan con la llegada de un misterioso hombre al pueblo. Bayardo San Román, de quién solo se sabe que tiene una gran fortuna. En un principio estaba rodeado de conjeturas sobre su pasado, pero se resolvió junto a su decisión de casarse con Ángela Vicario.
Armas Homicidas.
A pesar de los diversos intentos de conquistarla, la más pequeña de los Vicario nunca cayó en sus encantos (basados en el uso de su dinero). Ángela es descrita como la más bella en su familia, pero con un claro rasgo diferente, el cual se describe como “Un aire desamparado y una pobreza de espíritu que le aseguraban un porvenir incierto” (p.40), este rasgo, era como una especie de vacío dentro de su alma.
Aunque nunca cayó en sus encantos, Bayardo enamoró a su familia y estos la obligan a casarse con él, por su gran poder adquisitivo. Gracias a este mismo poder, su boda fue de una magnitud tal que todo el pueblo fue invitado. Fue algo que hubiera sido digno de recordar si no fuera por el hecho fatídico que tiño el ambiente.
Bayardo San Román, en la habitación con su esposa, se da cuenta que esta no es virgen. Esta situación lo hace entrar en una rabia tremenda, que lo lleva no solo a devolverla donde su madre, sino también a destrozarle la cara a golpes. Con Purísima del Carmen como única testigo.
Cuando los hermanos Vicario se enteraron de la situación, le preguntan quién la ha deshonrado y Ángela, sin dudarlo un segundo, nombra a Santiago Nascar.
Estos, preocupados por la situación y vueltos en una locura tremenda, salen en mitad de la noche con sus cuchillos de cocina en mano a afilarlos. Una vez con estos afilados, y borrachos. Se plantan frente a la casa de Santiago a eso de las 5 de la mañana y, está en los registros del caso, como fue encontrado el cuerpo con puñaladas de cuchillo por todo el cuerpo.
Los hermanos fueron juzgados con 3 años de cárcel, pero sin ningún remordimiento en sus actos.
Y 20 años después, Ángela Vicario se casó otra vez con Bayardo San Román.

jueves, 2 de mayo de 2019

Una crónica de una novela espectacular.


Desde antes de leer el texto, teníamos la impresión de que iba a hacer algo que por lo menos fuera bueno. Eso principalmente por el autor. Sabía también la existencia de cierta confusión mía por parte de la historia, puesto que con cien años de soledad me había pasado lo mismo.
 Una vez comencé a leer la historia, me topé con exactamente la misma confusión, estado que es natural dentro de textos de este autor. La razón principal de esto, son los diferentes y complejos saltos temporales que se toma para contar la historia, incluso todavía más lógicos bajo la idea de es que una crónica de una muerte. De hecho, con solo empezar el libro uno se topa con une los primeros saltos temporales “El día en que lo iban a matar, Santiago Nasar se levantó a las 5.30 de la mañana (…) <<Siempre soñaba con árboles>>, me dijo su madre 27 años después”(p.9). Este salto, que puede ser tan pequeño, es algo que si uno no le toma la suficiente atención se verá confundido y acomplejado por lo que más adelante se empieza a configurar con más notoriedad.
Como se mencionó anteriormente, teníamos esta expectativa en mente y he de decir que no nos defraudó ni por lejos. Es un libro que, a pesar de ser complejo, tiene bastante que ofrecer de la escritura característica del autor mencionado. Nos gusta recalcar, en la complejidad de esta y la necesidad de ser leído con calma y detenimiento.               
Es necesario destacarle la forma en la que está escrita y lo minuciosa que es para dar detalles. Haciendo cosas como dejar sin dudas como se configuró todo, sin pelos en la lengua para dar detalles que podrían parecer extraños (o asquerosos), tales como quedó el cuerpo después de la autopsia, o describir exactamente los últimos momentos de vida de Santiago.
Representación de la portada de la edición de Bolsillo
Algo también que nos pareció curioso, es el narrador. Puesto, que es un narrador que se desarrolla como personaje, pero con el conocimiento de uno casi omnisciente. ¿A que nos referimos?, pues, el narrador omnisciente es aquel que fuera de la historia, sabe todo pensamiento de lo que pasó, sabiendo cada segundo lo que el personaje sabe. A comparación del narrador de esta historia (cuyo nombres y rasgos físicos no son detallados, supongo para no quitarle hilo al centro de la historia) que es alguien que no solo vivió parte del momento, si no que se da el tiempo de investigar a todos los imputados (básicamente el pueblo completo) para tener un acceso completo y cómodo de toda la información, incluyendo el pensamiento de casi todos los presentes (incluyendo al muerto y los asesinos).
A decir verdad, es una lectura bastante entretenida y un tanto compleja, pero como ya mencionamos anteriormente si es que el lector se da el tiempo y el camino de hacer una correcta lectura, se encuentra con algo buenísimo y muy entretenido.